El deporte estrategia para la socialización

El deporte es una actividad física necesaria para el desarrollo integral de los seres humanos. En la actualidad, varias organizaciones lo utilizan como una estrategia de  socialización en el que se generan cualidades positivas y se fortalecen valores  como el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la igualdad y la aceptación propia. 

Diferentes investigaciones sobre proyectos sociales desarrollados por ONGs alrededor del mundo comprueban que las prácticas deportivas mejoran la expresión de los sentimientos y las emociones, además facilitan la interacción y equilibran  la  tensión de la vida generada por el día a día de los niños, niñas, jóvenes y adultos.

De igual forma, el deporte también es visto como un medio que favorece a la socialización de los participantes y genera una mayor autoestima en la consecución de metas a corto y a largo plazo. Los deportes en equipo ejecutados en diferentes proyectos sociales evidencian una mejora en la respuesta a la frustración, la timidez, la concentración y el interés por las diferentes rutas que se implementan en la dinámica de los proyectos sociales.

Siempre que se evoca el deporte, este denota  la participación de personas de todas las edades, razas, géneros y estratos socio-económicos;  está relación entre el deporte y la capacidad de permitir la interacción sana redunda en una convivencia funcional  entre iguales, comunicación entre desconocidos y el disfrute como  uno de los factores claves para incluirlo como estrategia que dinamice las formas de actuar y trabajar en los proyectos sociales.

En ese sentido, el deporte es una herramienta que cuando se ejecuta en proyectos sociales genera cambio importante en el desarrollo de cada uno de los participantes ya que permite no solo el desarrollo de habilidades físicas y mentales basadas en la inclusión y el respeto por los demás sino en el intercambio de sensaciones en el que el desarrollo emocional y físico es latente.

Según la investigación realizada por Débora Paola Calais de la Asociación brasileña de amparo de la infancia – ABAI, “el potencial educativo encontrado en las actividades deportivas y su movilización para desarrollar y formar personas capaces de actuar con principios éticos y de forma cada vez más autónoma es significativo” lo que  demuestra como el deporte desarrolla motivación y  autoestima.

Por otra parte, aprender a convivir es uno de los factores más importantes en la vida y en el mundo organizacional; comprender la importancia y aceptación de las reglas es determinante para el mejor funcionamiento de un grupo, basado en el  reconocimiento y cumplimiento de cada norma  y la participación activa son factores que también se pueden desarrollar ejecutando un buen plan deportivo en los proyectos sociales.

Por todo ello, se infiere  que el deporte les permite a las personas, comprender que cada cuerpo tiene habilidades y características diferentes, y que esas diferencias son importantes para el buen desarrollo de la vida, lo cual, termina en mayor comprensión de la diversidad humana. En ese sentido, a mayor equilibrio físico al  liberar endorfinas, hay también un equilibrio emocional, lo cual puede trascender en un   beneficio colectivo  que se revela a través de la calidad y productividad en  las conversaciones  y los vínculos que se generan cuando se trabaja por el logro de metas. 

En Colombia se han ejecutado proyectos en esta línea como el  denominado Programa Deporte para el Desarrollo implementado por la GIZ con el que se busca “Fortalecer valores y habilidades para la vida en niños, niñas, adolescentes y jóvenes, a través de la práctica del deporte, promoviendo así la sana convivencia y la re-integración en las regiones afectadas por el conflicto armado en Colombia”.

Con el proyecto financiado por Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) se implementó la estrategia “Fútbol con Principios” aprovechando este deporte como medio de transmisión de valores y habilidades útiles para la vida. Se usaron cuatro principios para el desarrollo del proyecto: Metodología basada en formación según las edades, pedagogía crítica y metodología experimental, formación de calidad y actividades deportivas integrales.

Con este tipo de proyectos se genera inclusión social de los niños, niñas y jóvenes junto a sus familias, se reconoce el alcance y la importancia del deporte como método de inclusión social, lo que permite que poco a poco los afectados se reintegren nuevamente a la sociedad mediante la práctica deportiva.

La proyección social del deporte desde las ONGs o de los gobiernos, son parte fundamental para mejorar la salud mental y física de jóvenes y adultos, así como, la ejecución de cronogramas deportivos. El deporte cuando se trabaja con un buen enfoque permite desarrollar muchas habilidades del orden cognitivo, comunicativo y social, que redundará en la mejora de desempeños de los niños, niñas, jóvenes y adultos para relacionarse de forma más asertiva con sus pares y respetar las diferencias en el marco de la cooperación y la solidaridad.

Por todo ello, el deporte debe cada día más ser parte activa de los proyectos sociales alrededor del mundo, siempre enfocados en generar valores y actitudes positivas en cada uno de los participantes, permitiéndoles un desarrollo completo y orientado más que a un resultado a una comprensión de la vida desde una perspectiva social, respetuosa y emocionalmente activa.

Finalmente, como lo destacan los objetivos del desarrollo sostenible (ODS) de la ONU el deporte contribuye cada vez más a hacer realidad el desarrollo y la paz promoviendo la tolerancia y el respeto, respalda también el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, las personas y las comunidades, así como los objetivos en materia de salud, educación e inclusión social”.

Félix Andrés Sierra Quintero

Félix Andrés Sierra Quintero

Gestión y Acción.

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