Proyectos sociales con perspectiva de género

Durante los últimos años la participación de las mujeres en los diferentes ámbitos públicos ha aumentado; contar con mayor participación en estos escenarios es esencial para el avance de una sociedad más igualitaria; además, de ser un factor importante para fortalecer el tejido social. Pues, la igualdad entre hombres y mujeres es vital para alcanzar una sociedad más justa que permita el desarrollo de todos y todas de quienes viven en ella. Si bien la búsqueda de la igualdad de género se construye desde lo cotidiano, las organizaciones sociales tienen mucho que aportar a esta misión, pues las inequidades de género están presentes en los territorios donde ellas ejecutan los proyectos.  

Por lo anterior, en el siguiente texto se hablará sobre la importancia de incluir la perspectiva de género en los proyectos sociales para garantizar que se cubran las necesidades de las mujeres y los hombres en su ejecución, evitando así acciones que reproduzcan desigualdades.  

El concepto de género es una construcción social que dicta los comportamientos, roles y actitudes de los hombres y las mujeres según su sexo biológico. Una definición que sugiere la identidad de género de las personas, pues tal y como lo mencionó el psicólogo Robert Stoller (1968) “la identidad de género no está definida por el sexo biológico, sino por el hecho de haber vivido desde el nacimiento las experiencias y costumbres de cierto género (citado en Murgibe, s.f)” 

Comprender este concepto,  permite entender que las desigualdades entre hombres y mujeres son socialmente construidas y no biológicas. Debido a estas creencias se definen, también, las oportunidades a las que pueden acceder mujeres y hombres basadas en una valoración entre lo femenino y masculino. Esto finalmente lo que establece es un escenario de opuestos entre lo fuerte- débil; racional – emocional; trabajo – hogar; espacio público – espacio privado. La asignación de estas características pasa por alto las cualidades de cada persona.  

Estos estereotipos de género son creencias y prejuicios sobre los atributos, roles, comportamiento, preferencias y características que debiesen tener hombres y mujeres. Son etiquetas que reproducen situaciones de discriminación de género.  

Según Comunidad Mujer de Chile, (2018) “los estereotipos son internalizados desde temprana edad e influyen, no solo en cómo pensamos, sino también en cómo actuamos y en nuestras expectativas hacía las personas”(p. 5). Los hombres y las mujeres nacen con las mismas capacidades, sin embargo, desde muy pequeños se les incentivan distintas habilidades asociadas a estereotipos que definen actividades propias de hombres y mujeres, esto lo que logra es limitar las oportunidades de desarrollo de las personas, negándole la posibilidad de experimentar otras habilidades. Este análisis no solo demuestra que los estereotipos influyen en opiniones o ideas, sino también en las actividades. Pues una situación en la que prime la igualdad de género sería en la que tanto hombres como mujeres puedan desarrollarse de forma integral, entendiendo que tanto el uno como el otro tienen el mismo potencial de aprendizaje y diversos intereses.   

Perspectiva de género

La igualdad de género hace referencia a que las mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades y derechos en la sociedad. Por eso la perspectiva de género se entiende como una forma de ver, analizar e interpretar la realidad para identificar como se construyen las relaciones de género en una sociedad determinada, los estereotipos dominantes, cuáles son las necesidades de los hombres y las mujeres, quienes tienen menos oportunidades y como afecta esto a las mujeres y los hombres. Pues como lo menciona, Comunidad Mujer de Chile (2018) “la perspectiva de género es una herramienta de análisis que permite observar cómo las desigualdades de género influyen en las oportunidades para hombres y mujeres y en situaciones de discriminación que puedan emerger”(p.7). 

Ahora bien, la perspectiva de género en los proyectos sociales no es un componente del proyecto aparte, sino que es un proceso transversal que dura todo el proyecto. Su incorporación es fundamental en los proyectos de interés social porque permite dar respuesta a las necesidades de mujeres y hombres, evitando así la reproducción de condiciones de desigualdad. Pues al realizar y ejecutar un proyecto con perspectiva de género es importante considerar estás diferencias, puesto que los objetivos del proyecto podrían no cumplirse para todas las personas por igual. 

Al ejecutar un proyecto social se busca dar solución a una problemática y se espera que, al incorporar la perspectiva de género en este, se puedan mejorar las condiciones de vida de las personas de la comunidad al considerar las necesidades de los hombres y mujeres presentes en esta. Vale aclarar que para que un proyecto incorpore perspectiva de género, no debe estar solo dirigido a mujeres, pues la perspectiva de género es incorporada cuando son consideradas las necesidades de mujeres y hombres, además de su participación en las soluciones al problema que los afecta.  

La perspectiva de género es pertinente de aplicar no solo en los proyectos que buscan abordar la igualdad de género, sino también a cualquier tipo de iniciativas, ya sean ambientales, deportivas y otras acciones que busquen mejorar la calidad de vida de las comunidades, pues se debe tener presente que toda acción dirigida a un colectivo afectara de distintas maneras a los hombres y mujeres.  

Finalmente, realizar proyectos sociales con enfoque de género no implica que se deba dar relevancia a las necesidades de las mujeres, sino que por el contrario se busca una igualdad de condiciones que considere las necesidades y particularidades de ambos para mejorar de forma equitativa su calidad de vida.